Es cierto que cada vez necesitamos más almacenamiento virtual. La documentación, las fotografías y, cada vez más, los instrumentos de control, son archivos informáticos. Eso sí, también requerimos espacio físico, no todo es digital. La ropa que llevamos, los muebles y todo tipo de objetos de decoración son elementos físicos. Nuestra casa no siempre está preparada para su almacenamiento. Por eso es importante que nos fijemos en los espacios que tienen antes de comprar o alquilar una vivienda o local.
Para que tengas una referencia aproximada, calcula que lo óptimo está entorno al 20% de la superficie de la vivienda. Si tu familia no suele tener muchos enseres o ropa, a lo mejor necesitas algo menos. También puede que acumules muebles porque te gusta cambiar de decoración cada cierto tiempo. O que tu afición por comprar ropa o electrodomésticos esté por encima de la media. En ese caso, plantéate utilizar un trastero.
Por supuesto que el tipo de vivienda influye. Normalmente, una vivienda aislada requiere otras herramientas para cuidar el exterior de la misma. Y si dispone de jardín, aún más. En los apartamentos o pisos, lo principal es saber aprovechar bien los volúmenes de las estancias. Es decir, ver en 3 dimensiones y pensar tanto a lo ancho como a lo alto. Las despensas en altura y el aprovechamiento de los techos de determinados lugares son fundamentales en estos casos.
A veces son circunstancias puntuales las que nos hacen requerir de espacios de almacenamiento extra. Por ejemplo:
– Vienen invitados a casa durante unos días, y traen sus maletas cargadas de ropa y otros enseres.
– Tenemos que abandonar nuestra vivienda antes de poder acceder a la que nos vamos a mudar. Nosotros podemos quedarnos un tiempo en casa de familiares o amistades, o incluso en algún hospedaje, pero no podemos llevarnos todo el mobiliario que teníamos.
– Nuestros hijos, ya adultos, regresan a casa temporalmente por circunstancias laborales o personales. Y tienen sus propios enseres o muebles, además de su ropa.
Seguro que se te ocurren más situaciones en las que podrías necesitar de algo más de espacio que el habitual. Por eso lo mejor es prevenir y disponer de cierta amplitud en la vivienda. O también puedes contratar guardamuebles, donde almacenar de forma segura y a buen precio determinados enseres.